miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Tacontento? ¡No, no estoy contento!

Quería retomar este sagrado tema de las artes alimenticias y los placeres carnales... de la carne del estómago, aclaro. Después de tanto tiempo, por fin me di una vueltecita por Tacontento hace unos días. Iba con máximas expectativas por lo bueno que se ve el lugar (además de que, en Zona Viva de Galerías, sólo me espero lo mejor). ¡Estoy sorprendido! Ya les cuento el por qué.

Una de mis pasiones alimenticias (¡es que soy bieeeen apasionado!) es la comida mexicana. Esa conjunción de sabores, condimentos, carnes, vegetales, legumbres y chile, envueltos en una tortilla de buena textura, simplemente me atrapa. Precisamente esto es lo que me hace ser exigente y, hoy por hoy, el mejor lugar de comida mexicana donde he estado se llama La Pancha. Queda en El Dorado.

Llegados entonces a Tacontento, fui fiel a mi tradición y pedí tacos y no burritos ni flautas ni tortas de jamón ni emparedados. Fui directo al grano. De tomar, siguiendo la tradición, una buena horchata. Mis expectativas seguían altas porque el ambiente es bueno. Pero el meollo del asunto estaba por aparecer...

El vaso de horchata me impresionó de entrada: era grande y hasta el copete de refresco. Sin embargo, ha sido la horchata más decepcionante que me he bebido: totalmente rala, parecía agua saborizada. De nada sirvió que estuviese bien cargada de hielo; más bien, empeoró las cosas.

Los tacos en sí eran mixtos: quería probar de todo. Pero resulta que las carnitas (tanto el cerdo como la res y el pollo) estaban resecas, algo duritas y, en honor a la verdad, no les sentí sabor a nada: insípidas a más no poder. Era increible que el lugar al que había querido ir desde hace tiempo fuera tan desilusionante con respecto a la calidad de comida que me imaginé.

Solamente me recordó al bendito Fogoncito (¿alguno de ustedes probó el famoso tablón de 1 metro de carnita que si acaso llegaba a medio metro?) por esa calidad. Es una pena. De un lugar de primer nivel pensaba que me iba a satisfacer al instante.

Dicen que, para gustos, los colores. Les dejo estos comentarios y juzguen por ustedes mismos. Eso sí: vayás donde vayás, ¡buen provecho!

lunes, 7 de noviembre de 2011

El hermoso valor de la Nostalgia.

Estoy desempolvando todo esto. Ya me había perdido por casi 3 meses. Hay tantas cosas nuevas que contar, tantas nuevas vivencias que me han pasado, aventuras, sorpresas... pronto lo voy a ir desempacando.

Hoy fue uno de esos días en los cuales recuerdo tiempos pasados y me vuelven a mi alma añoranzas de otros momentos. Adivinaron! Soy un hombre nostálgico. Creo que no es nada malo ni autodestructivo, ni mucho menos inmaduro. Siento que le da un nuevo impulso a mi alma cuando veo hacia atras y vuelvo a vivir mis exitos, las buenas companias, las aventuras y - por que no? - hasta los amores.

Esto de la Nostalgia hace evocar fácilmente mis sentidos. Cuanto gozo, por ejemplo, recordando los mejores restaurantes a los que he ido... madre santa! Se me hace agua la boca y me tiembla mi lengua! También el aroma de los perfumes que mas recuerdo de las mujeres de quienes me he encariñado antes (hay 2 que no se me escapan bajo ninguna circunstancia incluso... y no se como describirlos). Las canciones!!! Tengo algunas que son especiales. Como me endulzan el oído una y otra vez! Así puedo seguir un buen rato.

Pero entre todo, me quedo con los recuerdos y las vivencias en si. No puedo evitar ver hacia atrás y recordar de donde vengo y quien soy: donde estudie, con quienes estudie, donde viví, mis amistades de infancia (incluso ya tengo algunas en el Cielo, a la par de Dios), mis destrozos, mis encabes, mis problemas, las salidas con mujeres... Verdad que es rico volver hacia atrás? Siento una satisfacción grande pero a la vez, en algunos casos, unas ganas enormes de volver a vivir todo eso o de reparar todo aquello que hice mal y que ya es irremediable hoy dia.

Quiero caer en el mejor de los detalles: los éxitos! Que poderoso recordar aquello que ya he alcanzado! Las veces en las que di un paso adelante, en las que tuve la iniciativa, en las que logre algún reconocimiento, en las que dije "si" y no dije "dejame ver" o "esperame" o "no lo se"... Estas son las que me alimentan el alma! Esta es una pequeña clave que tengo para mirar el futuro con optimismo y mas ahora que voy a iniciar (si... otra vez!!!) una nueva aventura laboral aun mas fuerte que la actual. Si ya eso que deje atrás lo logre, por que no tener nuevos bríos y éxitos futuros?

Eso es lo que a vos te recomiendo! Mira hacia atrás al menos cada cierto tiempo. Recarga tu alma, tus energías, sobre todo cuando te sintas desanimado, triste o sin un norte que seguir. Te aseguro que si una vez pudiste en tu pasado, estas mas que capacitado para lograr nuevos triunfos en tu vida. Hoy estuve viendo eso en mi... y que bien que me voy a acostar esta noche! Animo!