lunes, 17 de diciembre de 2012

No puedo?

Hay una cosa de la que estoy convencido hasta la saciedad: que todo depende del cristal con que se mire. Me refiero a que, en el fondo, las cosas de la vida, todo aquello que te pasa a diario, depende mucho de la forma en la que lo afrontés.

Hoy me ha pasado una anécdota muy curiosa. Soy un rigioso consagrado al fútbol, me encanta y es algo que me apasiona montones. No puedo pasar un fin de semana sin jugar o sin pisar una cancha. La portería es lo mío y es una posición que me permite tener una visión total del juego y también una mayor capacidad de transmitir ánimos o de regañar si es necesario (y díganmelo a mí...). Pues bien, la anécdota en cuestión es que tuvimos partido y llegamos al descanso con un adverso 1-3. Yo lo sufrí desde la banca dado que soy suplente en el Equipo.

Miré las caras de todos mis compañeros del Equipo; eran un desastre, una demostración completa de impotencia y derrota que la veías venir 5km antes. Para colmo, escuchar comentarios como: "ahora sí nos jodimos", "no vamos a levantar ésto", "vamos de mal en peor" lo único que hizo fue que me diera coraje y me enojara por dentro con todos ellos y conmigo mismo. Los elementos invitaban a pensar cualquier locura: era un mejor equipo el que teníamos enfrente, más jóvenes, con más potencia en su juego. Sin embargo, aquí estuvo la clave.

Les decía después de calentar para el 2do tiempo que todo es cuestión de ACTITUD. De nada servía estar maldiciendo y bajando la cabeza por los 2 goles a remontar. Si nosotros creíamos en que lo íbamos a levantar y que el otro equipo iba a quedar sometido, la mayor parte del trabajo ya estaba hecho. Les dije también que el único equipo que no gana es el que no quiere ganar, el que no tiene la actitud para salir adelante.

Los resultados fueron muy interesantes: aún con varios veteranos en el Equipo, no nos hicieron ni un gol más. Tuvieron aproximaciones pero las supimos abortar (sabía que no podía fallarles, no me hubiera perdonado permitir gol en esas circunstancias). Nosotros crecimos, nos llenamos de valor y huevos y fuimos hacia adelante. La actitud del Equipo era otra y el resultado se dio. 3-3 quedó el juego, con el otro equipo frustrado y desquiciado al ver que un montón de viejos y chavalos sin mucha experiencia les quitaron una victoria más que segura.

Para mí, ésto ha sido una experiencia valiosísima para entender aún más el poder de las palabras. Si vos sos capaz de creértelo y transmitirlo con fuerza a los demás, las cosas se hacen posibles. Si vos tenés la actitud correcta para enfrentarte a los problemas y salir avante, las cosas se superan con mayor facilidad.

El poder de la mente es muy grande, incluso hasta para controlar si te enfermás o no (caso típico del que te digan que si vas a hacer o comer algo, caés enfermo; si a vos te vale y te decís a tu interior que eso no hace daño, no te hará daño; verídico!) y es impresionante cómo puede hacer que rindás mejor ante las situaciones. Por eso, el "no puedo" no es algo válido para mí. La actitud correcta es: "quién dijo miedo? ".

2 comentarios:

  1. Me encanto Moi, eso es algo con lo que uno lucha a diario, el miedo a probar algo nuevo o verse derrotado cuando las cosas ¨parecen¨ perdidas. Mientras hay vida, y tengamos una buena actitud, las cosas no resultaran imposibles. Muchas gracias por esa reflexion tan linda. Besitos!

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  2. Mil gracias por tu comentario, Karluchina! Es cuestión de conocerte bien a vos mismo, sabiendo cuáles son tus fortalezas para explotarlas. Así, las circunstancias no pasan por encima de vos. Vale mucho la pena! Besos!

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